En los preparativos para la cena navideña, que María Luisa Estrella había organizado para su familia, incidió lo resuelto por el Comité de Operaciones de Emergencia, el lunes 21 de diciembre del 2020.
En su casa, ubicada en La Luz, en el norte de Quito, se iban a reunir siete adultos y dos niños, desde las 21:00 del jueves 24.
Sus planes variaron y la hora del encuentro será a las 18:00, para la entrega de regalos a los niños y para compartir la comida. Así, su hija mayor y sus hermanos podrán regresar a sus hogares antes de las 22:00, cuando empieza el toque de queda a escala nacional.
María Luisa les propuso a sus parientes que se quedaran a dormir en su vivienda. Pero surgió otro problema: el viernes no pueden circular con sus vehículos de placas pares. Por eso desistieron de esa idea.
Desde el lunes se aplican algunas medidas para frenar la propagación del coronavirus durante las festividades de Navidad y Año Nuevo. Entre ellas se dispuso toque de queda y ley seca de 22:00 a 04:00, por 15 días. También se amplió la restricción vehicular a todo el país y se prohibieron las reuniones de más de 10 personas.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, informó que dos de cada tres ecuatorianos aún no se han contagiado de covid-19. Los estudios de seroprevalencia en el país muestran índices de 22 a 44% de población infectada en Ecuador.
No dio detalles por provincias. Frente a las medidas de carácter preventivo, las familias ecuatorianas han tenido que adecuar sus planes, a última hora. Reynaldo Valdivieso y su esposa también decidieron adelantar la cena con sus suegros, planificada hasta la medianoche. Será a las 19:00, y así podrán regresar temprano. Su reunión era solo para cuatro personas, que no han estado expuestas al virus. Pese a los ajustes, Reynaldo reconoce que deben adaptarse para beneficio de todos.
Le preocupa que la situación sanitaria se complique el próximo año. Para prevenir la transmisión del coronavirus en estas fiestas, el infectólogo y docente universitario Byron Núñez recuerda la importancia de la higiene de manos, el uso de mascarilla y el distanciamiento físico en estos encuentros. También recomienda que las reuniones se realicen en espacios abiertos como patios o terrazas; que no se consuma alcohol y que el anfitrión ubique, según un plan a los invitados, con suficiente distancia.
Familias como la de Carolina Páez decidieron no reunirse como habían planificado antes del lunes: en la casa de sus suegros, junto a los dos hermanos de su esposo y sus familias. En total asistirían 12 personas. Para cumplir con las disposiciones, cuenta, ella, su esposo y sus hijos de 21 y 4 años pasarán la Nochebuena en su casa, en Cumbayá. Lo mismo harán sus cuñados y suegros. La misma decisión contempla la familia Torres, que planificaba la cena desde hace dos semanas.
La comida, los regalos y las medidas de bioseguridad eran parte de los preparativos de la reunión, en la finca familiar de Santo Domingo. Pero prefirieron dejar el encuentro para cuando sea seguro.
José Guanotasig, emergenciólogo, recuerda que en las reuniones se corre un alto riesgo de contagio; más si se comparte con personas que pertenecen a otros grupos familiares o que salen de casa por motivos laborales. Las personas, anota, deberían haber hecho una ‘minicuarentena’, ocho días antes. La cena será más austeraSegún supermercados y gremios, la demanda de pollo subió en esta temporada, ya que las familias han optado por una proteína económica. Corporación Favorita, que tiene los supermercados Akí, Gran Akí, Supermaxi y Megamaxi, dijo que la alta demanda de pollo se explica por la situación económica del país.
En el caso de cerdo también se ha sostenido el consumo con buenos niveles, indicó el grupo. Además, señaló que la proteína más afectada ha sido el pavo, algo esperado ya que el producto aún tiene un consumo estacional. “Considerando que hay menos reuniones -familiares y empresariales- se esperaba una reducción”. Diana Espín, directora ejecutiva de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), que representa al 75% de productores de carne de pollo y pavo, explica que en el 2020 el consumo de estas dos proteínas cayó, privilegiando el consumo de productos básicos y esenciales. Los hogares privilegian el pollo.
Conave proyecta una caída del 22% en la producción de ese tipo de ave este año. En el caso del pavo se prevé un decrecimiento del 10% en la producción. Para levantar las ventas, las cadenas han optado por ofrecer descuentos de hasta el 20% en algunos productos. La situación económica ha provocado una caída en el precio de las proteínas.
El costo al productor del pollo, según Conave, es de USD 0,72 por cada libra en promedio, pero llegó a caer hasta 0,44 por libra. Los últimos tres días mejoró y llegó a USD 0,60, dijo Espín. La expectativa de los productores de cerdo era subir a la oferta a 185 000 toneladas este año. Tras los efectos negativos de la pandemia, prevén cerrar el año con un 15% de caída frente al 2019, según la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
By Alexander Atiencia